A los primeros proyectos los recuerdas siempre de forma especial y, esto mismo, es lo que nos ocurre a nosotros con esta vivienda.

A priori no parece complicado, pero, el reto principal surgió de la necesidad de resolver varias problemáticas, entre ellas una vivienda estrecha y oscura, orientada a norte, con un espacio de salón difícil de aprovechar y un recibidor poco práctico.

Comenzamos abriendo toda la planta baja, consiguiendo un espacio diáfano. Al fondo existía un pequeño patio orientado al Sur por lo que abrimos huecos en este frente para ganar luz al interior de la vivienda. Equipamos el patio como lavadero, al que accederíamos a través del atractivo estudio para 2 personas.

Estos espacios se independizan a través de paneles correderos con vidrio translúcido y marcos lacados en negro, que dejan pasar la luz sin perder privacidad.

La cocina la diseñamos en forma de “U”, lacada en blanco roto. Ideamos un hueco escondido para ubicar la nevera y la zona de desayuno, de esta forma evitamos ruido visual en el resto de la cocina. El baño de cortesía de planta baja, queda tras una puerta oculta y parece formar parte del mobiliario de cocina.

La zona de entrada y salón, la resolvimos mediante un varillado de madera. Por un lado, aporta privacidad al recibidor y por otro nos sirve de apoyo para la TV.